Skip to content

David Salvador, antes en moto que a pie

Facebook
Twitter
LinkedIn

David Salvador

2003, Madrid

#46, MiniGP 140

 

“En el pueblo donde vivimos lo conocen como el niño de la moto. David no sabía andar y ya montaba en una motofeber de plástico y la usaba para poder desplazarse de un lado a otro”. David Salvador (11 años) ha llegado este año a la Cuna de Campeones, pero lleva ya mucho tiempo sobre la moto, aunque fuera de plástico.

 

David Salvador, piloto de la Cuna de Campeones, en una imagen de archivo
David Salvador, piloto de la Cuna de Campeones, en una imagen de archivo

David lleva desde los seis años con motos de competición. Empezó con una Minimoto de 4,2 y ahora ya va por la MiniGP 140. “Un día llego su tío Ismael y le regaló una polini 4,2. Le empezamos a llevar al circuito de la Princesa con Charlie, su monitor. Ya con 8 años se proclamó campeón de minimotos Alevín B de Madrid. Luego de Minimotos Alevín A, de Minimotard, de Minimotos en Castilla y León, de Supermotard 65cc…”, nos recuerda su familia.

 

Tras este extenso palmarés, llegó un paso importante en su carrera, las pruebas de selección de la Cuna de Campeones. David llegó sin experiencia con la MiniGP 140 y salió del Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo con la beca para la temporada 2015.

 

“Fuimos a ver la Cuna en Burgos y le fascinó”

 

Los padres de David vieron en la Cuna de Campeones “entrega y dedicación para poder tener un campeonato a bajo coste, con becas y semibecas que ayudan a reducir aún más los costes y echan una mano a los padres en el mundo del motociclismo. Además, son una organización muy atenta para que todo salga bien, antes y después de cada prueba, y les dan publicidad a los pilotos con fotografías y reportajes que ayudan a que se les conozca mejor”.

 

¿Por qué decidieron unirse a la Cuna? “A David siempre le ha gustado la Cuna de Campeones, pero por circunstancias de la vida no podíamos presentarnos a las pruebas de selección. El año pasado fuimos a ver la prueba que se celebró en Kotarr y le fascinó todo lo que vio a su alrededor, pensaba que era un mini mundial hecho para pilotos como él, y en ese momento ya tenía clarísimo lo que quería hacer para el año próximo”, nos cuentan.

 

Así, David se preparó mucho para poder alcanzar el objetivo que tenía en mente, poder optar a la beca o tres semibecas, “una gran aportación que realiza el Circuit para poder ayudar a los padres”, explica su familia. Y lo consiguió, este año corre como becado en la categoría de MiniGP 140, igual que Izan Guevara, campeón de MiniGP 110 en 2014. David recuerda ese día como si fuera ayer.

 

“El día de las pruebas de selección de este año, mis padres que no me veían preparado para ir ya que nunca había pilotado una MiniGP. Me empeñé en ir porque sabía que me había preparado con mucho esfuerzo para poder optar. Ese día, cuando salí de la última tanda le dije a mi padre que en la última vuelta lo di todo y fue justo ahí cuando saqué el mejor tiempo, fue el sueño hecho realidad, ser uno de los pilotos becados en la Cuna de Campeones. Y se lo quiero dedicar a mis dos abuelos fallecidos, ya que ellos me dan fuerza allá donde están”.

 

“Quiero aprender, coger experiencia… y ganar”

 

David Salvador, piloto de la Cuna de Campeones, con su familia
David Salvador, piloto de la Cuna de Campeones, con su familia

Pasado el día de la selección, tocaba pensar en la temporada y en los objetivos para este 2015. “Este año esperamos ganar el campeonato, aunque tengo muy buenos rivales, aprender y coger experiencia para poder avanzar para la siguiente temporada”, indica David, para quien lo mejor de cada fin de semana es “compartir pista con tantos pilotos y ver las parrillas tan llenas. Al final es un fin de semana de convivencia, con todos los pilotos y sus familiares, porque aunque en pista seamos todos rivales, fuera somos todos amigos”.

 

Si se le pregunta de quién se acuerda en estos momentos, quién le ha ayudado o apoyado en su camino hasta aquí, enseguida responde: “quiero agradecer a mis padres y mi hermana por el apoyo incondicional, por el esfuerzo tan grande que hacen  para que yo realice mi sueño; a mi gran familia, a Kike y Charly por darme la mejor preparación, a César por ser mi primer mecánico, sin él no hubiera logrado tantos triunfos; a Carlos Salmerón y al equipo de escuela de mecánicos Cedeco por confiar en mí, darme siempre buenos consejos y tener la moto a punto; a mis patrocinadores y al mejor de todos, Instalaciones Salvador, porque sin su ayuda no podría hacer lo que más me gusta, montar en moto”.

 

Por cierto, la motofeber de plástico se puso de moda en el pueblo de David, pero eso ya es otra historia.